Ser mujer, ser mamá, ser yo.

Hoy quiero tomarme un momento para hablar de las mujeres. No solo porque es el Día de las Madres, sino porque ser mujer es un viaje lleno de matices, de luchas y de belleza.

Ser mamá no es lo único que define a una mujer, pero sí es una parte profunda cuando llega. Ser mamá te cambia, te reta, te enseña. Pero antes de ser mamá, somos mujeres. Con sueños, con historia, con ganas de ser nosotras mismas sin tener que encajar en moldes.

Y en medio de todo eso, está algo que a veces se subestima: la moda. La ropa, los colores, los peinados… no son solo cosas “superficiales”. Muchas veces, son una forma de decir “aquí estoy”, “hoy me siento bien”, o incluso “hoy necesito un abrazo y esta blusa me lo da”. Porque sí, hay prendas que abrazan, que empoderan, que nos recuerdan quiénes somos.

Y si de moda hablamos, como mujer afrolatina, me encanta jugar con mi pelo y con mi ropa. Un día puedo llevarlo rizado, otro lacio, otro con trenzas. Porque así somos las mujeres: versátiles. Lo mismo pasa con la ropa. Un día ando en vestido, otro en traje formal, otro súper informal, y otros simplemente como una mamá casual corriendo detrás del tiempo. El truco está en saber combinar las piezas, en conocerte y sentirte cómoda contigo misma.

Yo pienso que ser mamá es como tener superpoderes. Podemos encargarnos de todo al mismo tiempo: la casa, los niños, el trabajo, la vida. Y ese mismo espíritu multitarea lo aplico en mi estilo. No se trata de seguir modas, sino de adaptarlas a mi vida real. De vestirme para mí, para sentirme bien y poderosa en mi piel.

Y aunque hoy sea el “Día de las Madres”, en realidad ese día debería celebrarse todos los días. No esperes al segundo domingo de mayo para decirle a tu mamá cuánto la amas. No esperes una fecha especial para recordarle a tu novia, esposa o hermana lo hermosa, valiosa y fuerte que es. Dilo hoy. Y dilo mañana también. Porque el amor y el reconocimiento diario son los mejores regalos.

Y sobre todo, aprovecha este día para estar en familia, para reír, para abrazar fuerte, para agradecer. Porque estar juntos también es una forma de celebrar la vida y el amor.

Feliz día a todas las que sostienen, las que brillan, las que sienten. Feliz día también a ti, mujer, que sigues caminando con amor, aunque a veces el mundo pese.

Ser afrolatina es poder llevar mi historia en cada peinado. Rizos, lacio, trenzas… cada estilo es una versión de mí. Porque ser mujer es ser versátil, auténtica y libre de expresarme como soy.

Mi estilo habla por mí. Un día formal, otro casual, a veces en trenzas, otras con rizos o lacio. Así soy yo: mujer, mamá, afrolatina y versátil. La moda no me define, pero sí me acompaña en cada paso.

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